Hace unos días, informamos sobre las drásticas regulaciones propuestas en China para la industria de los videojuegos, las cuales provocaron pérdidas significativas en el mercado de tecnología. Sin embargo, hoy se vislumbra un giro inesperado en esta historia, ya que las autoridades chinas han sugerido la posibilidad de retractarse de algunas de las medidas más controvertidas.
Según un reporte de la cadena estatal CCTV, las autoridades han tomado nota de las «preocupaciones y opiniones expresadas por todas las partes» y han anunciado que la Administración Estatal de Prensa y Publicación revisará detenidamente las regulaciones propuestas. Parece que la presión ejercida por la industria y los inversores ha surtido efecto, llevando a una reconsideración por parte de las autoridades.
El impacto económico de las regulaciones propuestas fue inmediato y devastador, con un desplome que eliminó hasta $80 mil millones en valor de mercado de las dos principales compañías de juegos en China, Tencent Holdings y Netease. Los inversores, inicialmente en picada, ahora observan con atención la posibilidad de un cambio en el curso de los acontecimientos.
Entre las medidas más polémicas estaba la prohibición de recompensar a los jugadores por acciones comunes, como iniciar sesión diariamente o realizar gastos iniciales en un juego. Sin embargo, la revisión anunciada podría llevar a modificaciones específicas en estas restricciones, particularmente en lo que respecta a incentivos diarios y recargas de monedero.
Esta no es la primera vez que China adopta medidas estrictas en el mundo de los videojuegos. En 2021, se establecieron límites de tiempo de juego para menores de 18 años, y la aprobación de nuevos videojuegos se suspendió durante varios meses debido a preocupaciones sobre la adicción.
El cambio de tono por parte de las autoridades chinas refleja la complejidad de equilibrar la regulación en una industria que, si bien enfrenta críticas por ciertos comportamientos adictivos y excesivos, también es un motor clave en la economía del país. Los próximos días serán cruciales para observar cómo evolucionan estas regulaciones y cómo impactarán finalmente en la dinámica de la floreciente industria de videojuegos en China.
